…una loca del punto.
Si hace unos años me hubieran dicho que las agujas se acabarían convirtiendo en mi gran pasión, no me lo hubiera creído. Nunca me había considerado una persona creativa porque creía que las personas creativas eran las que pintaban o escribían muy bien. Hoy en día pienso que todos somos creativos, sólo tenemos que sacar la pasión que llevamos dentro.
Todavía recuerdo una tarde de invierno, una abuela con mucha paciencia y una nieta con muy poca, unas agujas y un ovillo en mis manos y un vestido para mi muñeca en la cabeza, vestido que acabó convirtiéndose en una bufanda, llena de imperfecciones, pero para mí perfecta. Desde entonces, prácticamente ya no volví a coger las agujas.
Estudié Derecho y me dediqué a la abogacía, primero en un gran despacho de abogados y ahora en una empresa.
Historias para no aburrirse en las que te cuento muchas hazañas...
Cuando nació mi hija pequeña, la tercera, casi por casualidad, empecé a tejer otra vez, y desde entonces, ya no puedo vivir sin agujas y ovillos. Todo empezó como un hobby, y después de un curso de patronaje, un club de punto en el colegio de mis hijos y muchas ganas nació Poleomenta.
¿Por qué ese nombre? Porque me chiflan las infusiones, el verde es mi color favorito y para mi el plan perfecto es una tarde de lluvia en casa, con una infusión, unas agujas y un ovillo de lana…
Poleomenta es punto, es ganchillo, lifestyle y muchas cosas más pero, sobretodo, soy yo, lo que me gusta y lo que me inspira, dar rienda suelta a la imaginación y crear esas historias y mundos de fantasía en los que vivo desde que era pequeña, y que intento plasmar en mis patrones.