Practicar yoga a diario me ha ayudado a encontrar el equilibrio en mi vida

"Lo que eres es lo que has sido. Lo que serás es lo que haces a partir de ahora" (Buda)

¿Porqué empecé a meditar y a hacer yoga? Meditar se ha puesto de moda en los últimos años, y hacer yoga también. Sin embargo, el motivo por el que yo empecé a hacer ambas cosas fue muy distinto. Me acababa de separar y estaba pasando una temporada horrible, sola con los tres niños, dos trabajos, la casa… y una tristeza enorme que no me dejaba avanzar. Estaba completamente fuera de mi centro y, además, iba todo el día corriendo de aquí para allá estresada y pensando que no estaba haciendo bien las cosas, y que no llegaba a todo.

Literalmente necesitaba PARARME y RESPIRAR cosa que, aunque parezca lo más normal del mundo, muchas veces se nos olvida.

Meditar como tal, sentada con las piernas cruzadas, los ojos cerrados y centrada solo en mi respiración, me costaba un montón. Prácticamente me resultaba imposible: me dolía la espalda, me picaba la nariz, acudían a mi mente infinidad de pensamientos que me llevaban al pasado o al futuro… no había forma humana de concentrarme en el aquí y el ahora.

Así que decidí empezar a hacer yoga porque pensé que me sería más fácil ya que, además de centrarte en la respiración y la meditación, practicar yoga tiene una parte física que a mi me ayuda a concentrarme y a relajarme.

Al principio era como un palo, tenía cero flexibilidad y, después de cada clase, me dolía todo el cuerpo. Recuerdo incluso que, en una de mis primeras clases, la profesora me dijo: «Sandra, respira!! no estás respirando…»… y era tal cual, estaba tan en tensión que me olvidaba de respirar.

A veces pienso que hacer yoga o meditar nos cuesta mucho porque significa pararnos, aquietar nuestros pensamientos, entrar en el silencio, respirar, fluir y dejarse llevar, y eso, hoy en día con nuestro ritmo de vida, nos da terror, porque supone encontrarnos con nosotros mismos y, simplemente, vivir el momento presente.

Hay un libro que me encanta y que os recomiendo. Se llama «Biografía del Silencio» de Pablo d´Ors, a mi me ha dado mucha luz sobre lo que significa meditar y, sobretodo, vivir:

«Ser consciente consiste en contemplar los pensamientos. La consciencia es la unidad consigo mismo. Cuando soy consciente, vuelvo a mi casa; cuando pierdo la consciencia, me alejo»

«El secreto es vivir plenamente en lo que se tenga entre manos»

«Hacer meditación es tirarse de cabeza a la realidad y darse un baño de ser»

«Si por un momento considerásemos que todas las dificultades que nos toca atravesar en esta etapa de nuestra vida son oportunidades que el destino -ese amigo- nos ofrece para crecer, ¿no se vería entonces todo de otra forma?»

 

Y es que queremos cambiar el mundo, pero no nos damos cuenta de que, para que el mundo cambie, debemos empezar cambiando nosotros mismos. Todo cambio empieza en tí, y es que no somos gotas aisladas, sino parte de un océano inmenso y, por ello nuestras palabras y nuestras acciones influyen en los demás y en el mundo. Desde hace un tiempo me he dado cuenta de que es fundamental tener momentos a solas, de introspección, de conocerse a uno mismo, de asumir que todos tenemos nuestras luces y nuestras sombras.

 

Practicar yoga me hace sentirme bien físicamente pero, además, tiene una parte de meditación y concentración que me conecta conmigo misma y me ayuda a centrarme.

Os voy a contar qué tipos de yoga practico yo y dónde lo hago. Yo soy curiosa por naturaleza y suelo cambiar mucho, porque mi teoría es que hay que probar las cosas para ver qué es lo que más te gusta y que te sienta mejor y, además, según el momento en el que te encuentres, puede venirte mejor una cosa u otra, porque la vida es un continuo cambio.

  • Vinyasa Flow: es un yoga muy fluido, como un baile en el que se une cuerpo, mente y respiración. Parece fácil pero acabas agotada. Si lo practicas con música es la bomba!. Mis sitios preferidos son Yoga Flow con Angela en Valencia, que siempre me ha hecho ir un paso más allá de lo que yo creía posible, y Fran Stutely en Jávea, practicar con ella junto al mar es una delicia.
  • Ashtanga Yoga: es menos fluido porque se repiten siempre las mismas secuencias de poses. Si buscas algo fuerte, este es tu yoga. Si estas en Valencia, busca a Martin para practicarlo.
  • Kundalini Yoga: este es un tipo de yoga completamente diferente. Yo lo probé este verano por primera vez con Ush en Jávea y me sorprendió mucho… el primer día hasta llore… Es un yoga más tranquilo, centrado en la meditación y los movimientos suaves.
  • Hatha Yoga: si nunca has hecho yoga te recomiendo que empieces por este, porque es un yoga más suave que te enseña a alinearte en cada postura. Puedes probarlo en Yoga Flow en Valencia.
  • Bikram Yoga: es una secuencia de 26 posturas y 2 ejercicios de respiración, que se practica durante 90 minutos en una sala a 40 grados o más de temperatura. Ideal para ganar flexibilidad y relajarse. Yo lo practico en Bikram Yoga en Valencia.

Contadme si os animáis a practicar yoga y cuál de todos os gusta más.

Besos y feliz jueves,

 

Sandra

 

 

 

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

¡No te pierdas nada! Suscríbete a la newsletter

Para que te enteres de todo antes que nadie, para que no te pierdas cosas que te gustaría encontrar, para llevarte sorpresas, ideas y sonrisas… para ti