Aunque ya os he adelantado algunas cosas de la comunión de Ale en Facebook e Instagram, no quería dejar de escribiros un post con un poco más de detalle para que veáis como la organicé.
Ale tomó la comunión en Jávea, el 22 de junio por la tarde, en una ermita muy pequeña, pero preciosa, que hay en la montaña, la ermita de Cristo del Calvario, y luego preparé una merienda-cena en casa. Quería hacer algo familiar, aunque al final fuimos casi 50 personas entre mayores y niños, y quería organizarlo todo yo porque, aunque es un poco de lío, disfruto organizando este tipo de eventos familiares.
¿Sabéis cuál es el secreto para organizar una comunión en casa y no morir de un ataque en el intento? Rodearte de los mejores para que te ayuden. Y eso fue lo que hice yo porque, gracias a las redes sociales, he conocido a personas maravillosas que me han ayudado muchísimo.
Os dejo el video que grabó Ivan Solet y que me hace soltar una lagrimita cada vez que lo veo.
Manu, mi hijo mayor, tenía preparada una sorpresa para su hermana y, al final de la ceremonia, leyó esta poesía que había escrito para ella:
Quiero decirte Alejandra, esta tarde importante, algo que nunca olvides, desde ahora en adelante. Hubo una vez un señor, vivió en el mundo de Oriente. Un hombre alto, increíble, que atrajo a mucha gente. Creció como carpintero en la casa de su padre. Y ahora mismo yo quiero que le conozcas cuanto antes. Nada más ser mayor, se embarcó en una aventura, y predicó al mundo entero noticias de bien y dulzura. Este hombre sincero, tuvo un nombre muy grande, se llamó Cristo Ale, y has de hacer lo que te mande. Él no es un gran líder, no es el prota de un cuento, solo es quien, contento, nos hace libres. Una noche, cenando, decidió en vez de irse, en un trozo de pan por siempre convertirse. Ahora, después de todo, tú ya lo tienes dentro, vives con Cristo entero, porque nada vale solo pero con él serás hierro.
El vestido de comunión se lo hice yo, con el cuerpo de ganchillo y la falda de tul, y de color rosa, como me lo había pedido ella. También le hice a Celia la falda y el cuerpo que llevaba. Ale tiene mucha personalidad y me pidió ir peinada con una trenza, y a mi me pareció muy original, la verdad. En la trenza le puse un tocado y a Celia una diadema, los dos de Sister´s Tocados, que hace cosas preciosas.
Y la corbata de Manu, que eligió él, nos la hizo Lattie Sevilla, que tiene unas telas preciosas y las hace a mano.
También les hice unas camisas con telas de Liberty para que se cambiaran después de cenar y se las pusieran con unos bermudas, y así estar más cómodas para jugar con sus amigos. Todo con la ayuda de El Telar de Isa, Isa es quien me ha enseñado a coser desde 0, y la que llevaba desde el mes de enero riñéndome porque no me iba a dar tiempo a hacer todo lo que quería para la comunión porque, como siempre, dejé muchas cosas para el final 🙂
Para los muebles del jardín llamé a Trastología, que ya me ayudaron con la comunión de Celia y es éxito asegurado, y les pedí también que me pusieran una guirnalda de luces para la noche. Y, para la deco, quería algo sencillo, sólo flores y muchas velas para cuando anocheciera. Así que estuve unos meses reciclando botellas de vino y botes de cristal y El Taller de Clo me puso unas flores preciosas.
El candy bar lo montó Mónica de Ohlala Candy Bar. ¡Y fue un éxito para los peques y los no tan peques!. Y los recordatorios y el libro de firmas son de Herminia Esparza. Si tenéis comunión a la vista os recomiendo que hagáis un libro de firmas porque es un recuerdo precioso leer las palabras que escriben los invitados.
¡Espero no haberos aburrido con tantos detalles y que os haya ayudado si tenéis comunión a la vista! otro día os cuento el menú que preparé.
Besos y feliz semana